«¿Qué son las NFT?» es una pregunta que se hacen cada vez más usuarios de Internet. Esto se debe a diversos factores. La venta de arte digital saltó a los titulares a principios de 2021. En marzo de 2021, la casa de subastas Christie’s alcanzó la friolera de 69 millones de dólares por una obra del artista Beeple, y no por una pintura o escultura, sino por arte digital. Se presentó al cliente como un «Token no fungible», o NFT para abreviar.
El Bitcoin se considera desde hace tiempo el equivalente digital de las monedas tradicionales. Mientras tanto, los NFT son el equivalente digital del arte tradicional. Pero, ¿qué impulsa este patrón y por qué siguen apareciendo malos titulares?
¿Qué son las NFT, en general?
La abreviatura comúnmente utilizada significa Fichas No Fungibles en inglés. En alemán, sólo puede traducirse de forma un tanto torpe como token no fungible. Sin embargo, una explicación lo aclara todo.
Un bien fungible es aquel que puede dividirse fácilmente en unidades y, por tanto, intercambiarse con facilidad. El dinero es una excelente ilustración. Un billete de 50 euros, por ejemplo, puede cambiarse por 25 monedas de dos euros o por cinco billetes de diez euros sin que cambie su valor.
Si, por el contrario, un valor no es fungible, no puede intercambiarse sin más. Una casa o una obra de arte, por ejemplo, tienen características distintas. Se les puede asignar un precio económico, pero el precio final de compra viene determinado por la aceptación del valor por parte del comprador. Una casa adosada es razonablemente fácil de encontrar una alternativa, pero un chalet con vistas al mar es bastante más difícil de encontrar, y por eso es mucho más caro. El valor de cuadros o esculturas, que sólo existen una vez, es mucho más difícil de determinar.
Esta noción de valores únicos se traslada al ámbito digital mediante las NFT. Un token funciona como prueba de propiedad de un objeto virtual o real.
En detalle, ¿Cómo funcionan las NFT?
Las obras de arte convencionales pueden ser muy valiosas porque son únicas. Las pinturas famosas, como la Mona Lisa, son un ejemplo excelente. Los archivos digitales, en cambio, pueden copiarse muy fácilmente y sin pérdida de calidad.
Por ello, las NFT se emplean para «tokenizar» el arte digital. Como resultado, el comprador recibe un certificado digital. Como propietario, puede revender este certificado cuando quiera si existe un mercado para él.
La cadena de bloques almacena todas las transacciones correspondientes, igual que las criptomonedas. De este modo, siempre es posible determinar quién es el verdadero propietario de una NFT. Además, estos registros son infalsificables.
¿Es posible simplemente copiar arte digital?
En realidad, esto no es un problema. Mucha gente ha visto las obras de arte de Beeple, que se han vendido por varios millones de dólares. Además, con frecuencia se han reproducido y redistribuido de numerosas formas. Un artista puede incluso conservar los derechos de autor de su propia obra en determinadas situaciones. Esto significa que se pueden comprar copias en cualquier momento en el futuro.
El comprador de una NFT, en cambio, obtiene una ficha que actúa como verificación de que es el propietario de la obra original. Esto es comparable a una pintura, que está ampliamente disponible en forma de cuadros o grabados. Sin embargo, el original sólo existe una vez, aunque siempre esté expuesto en el museo para los turistas.
Cobertura negativa en la prensa
Las NFT han aparecido con frecuencia en titulares desfavorables. Esto se debe a varios factores. Por un lado, muchos estafadores siguen esperando beneficiarse de este crecimiento. Otro problema es que la tecnología es aún tan nueva que su implantación no siempre es fluida. Además, se menciona repetidamente el importante consumo energético de las cadenas de bloques. Sin embargo, la última afirmación, en particular, está casi obsoleta; lamentablemente, muchas personas no comprenden bien la base tecnológica.
Además, los usuarios deben extremar la precaución, sobre todo cuando trabajen en nuevos proyectos. Técnicamente, las NFT ofrecen numerosas oportunidades, incluidas las de diseñadores gráficos, autores y músicos. Sin embargo, a menudo sólo se puede determinar si un proyecto tiene una base sólida mediante una investigación cuidadosa. Esto incluye, por ejemplo, investigar la plataforma en la que se ofrece una NFT.
¿Cómo ayudan las NFT a los aficionados al deporte?
Las NFT son un concepto interesante para los amantes del deporte, además del arte digital. Sorare, por ejemplo, aplica la antigua premisa de las cartas coleccionables a Internet. Puedes comprar cartas que sólo están disponibles en cantidades limitadas en el sitio web. Esto les da un valor de mercado que fluctúa en el mercado de fichajes. Además, las cartas coleccionables de este conjunto tienen valor de utilidad porque se utilizan en ligas de fantasía.
Otros sitios web también hacen posible que los usuarios reúnan e intercambien fichas únicas. La liga profesional de baloncesto NBA fue pionera en Estados Unidos. Poco después de su lanzamiento, el sitio web NBA Top Shot ya generaba varios millones de dólares al mes.
Todos los deportes tienen potencial de crecimiento.
Es comprensible que muchos aficionados sientan curiosidad por las NFT y por saber si esta tendencia se pondrá de moda. De momento, es un sector pequeño con ingresos mucho menores que los típicos contratos de TV o publicidad. Sin embargo, las tasas de crecimiento son enormes.
Además, otro factor atestigua las perspectivas a largo plazo de las NFT en el sector deportivo. Actualmente, los aficionados quieren ver los deportes de una forma distinta a la de hace cinco años. Los partidos completos, en particular, resultan menos atractivos hoy en día para los aficionados al deporte más jóvenes que una recapitulación de los momentos más destacados. Además, las estadísticas son cada vez más esenciales, una tendencia que se observa en prácticamente todos los deportes. En consecuencia, los directivos deben comunicarse con los seguidores de formas novedosas, y no sólo en el fútbol.
Conclusión
«¿Qué son las NFT?» es una pregunta que deberían plantearse no sólo los aficionados al arte, sino también los aficionados al deporte. Las plataformas en las que los consumidores pueden comprar e intercambiar NFT, sobre todo en el deporte, tienen potencial para convertirse en un verdadero mercado de masas. No en vano, cada vez hay más clubes y asociaciones interesados, como demuestra el éxito de Sorare, entre otros.
